miércoles, 28 de octubre de 2009

Prometo no editar esta entrada, lo prometo, lo prometo... (este no soy yo)

Miré una rosa, y la rosa me miró a mí.
Cerré los ojos, y yo me encerré en mí.
Nada que hacer ni nada por lo que mereciese la pena pensar. Y es que cuesta tanto y es tan aburrido. Cerrar los ojos y oír lo que pasa, vemos demasiado. Pensamos demasiado. Pero no escuchamos nada. No me escuchas ni quieres, ni puedes. Hablo para mí, simplemente existo.
Como la rosa que espera ser cortada para que la regalen a un desconocido. Seguro que arde en deseos de pinchar al que la arrancó. Y oler su sangre.

martes, 20 de octubre de 2009

Lapsus de 30 segundos

Acabo de leer una historia impresionante. Acabo de sentir que soy una mierda que no sirvo para nada y que quizás nadie espere en el corredor de la muerte mientras los conejos amarillos saltan sobre sus cadáveres. Y digo "acabo" porque es lo que se cruce por mi mente. Me duelen los ojos y las pestañas. Buf.

sábado, 10 de octubre de 2009

Achús

He decidido no pensar.
No lo hago para ser diferente especial guay súpermolón, para marcar la diferencia o para regodearme en mi superior imaginación. Lo hago porque me sangra el cerebro por los ojos y la sangre no es roja, es agua. Porque estoy harto de oír los engranajes oxidados chirriar y paranoias de libros. Así que no pensaré en lo que queda de día, y si me olvido de algo, mejor para los dos.
DIOS QUE MIERDAAAAAAGEHGURHGI.
Jesús.