viernes, 16 de abril de 2010

Más que escribir, cago

Respiro por la boca y mi cerebro hace cosas.
Ciclos, todo todo son ciclos. Naces, te mueres, naces otra vez, te mueres otra vez. Y la gente a la que les importas ríen, lloran, ríen otra vez y lloran otra vez. Y lo peor de todo es que nunca se inunda nada. Siempre hay demasiado tiempo para que se evapore. Y nadie se da cuenta. Parece que nada es aleatorio, que sigue un patrón determinado, que simplemente se repite de nuevo. Hasta esto es un tema recurrente, espera que lo diga... ¿ciclo?
Lo que pasa es que hay tantas cosas que pueden pasar. Pero siempre pasan las mismas.
Mientras tanto, mi cerebro hace cosas. Y respiro, por la boca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario