Secretos sin confesar golpeándome desde dentro. Necesito ayuda, ayúdame.
Por favor, quiero caer sobre tus brazos, quiero secar mis lágrimas.
El aire frío nos rodea y nos separa. Las palabras contadas. Cada gesto se repite sin cesar en mi memoria, ojos clavados en otros, ámame.
¡No te vayas! Pero ya te has ido.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
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