viernes, 11 de septiembre de 2009

15 pasos

Andaba por la calle, golpeando latas de refresco vacías e intentando colarlas por las alcantarillas, observando palomas comer basura y borrachos dormir en colchones de cajas de cereales abrazando cartones de vino blanco. Iba pensando y sin pensar, imaginando ser cualquier otro, alguien que no te conoce. Aunque quizás para dejar de ser yo sólo debiera dejar de conocerte, es decir, desconocerte. Nunca has existido. ¿Ves? Esa son las paranoias que me monto los jueves por la tarde paseando delante de tu casa.

Mis pies se pararon y mi cabeza giró a la derecha. Intenté cerrar los ojos, pero los párpados parecían pegados a las cejas. Traté de mover el cuello, pero me pareció de hierro. Ahí estaba, en frente a tu casa. Una casa como todas las demás con alguien dentro como nadie de los demás. Ah, a veces eres tan inalcanzable. Mil trescientos cuarenta y siete pasos de mi casa a la tuya. Quince desde donde mi cuerpo me había retenido hasta tu puerta. Te diré que los he contado, aunque eso reste puntos a mi ranking de salud mental.

Di los quince pasos y me paré delante de la puerta. ¿Abrirías tú? Ojalá… ojalá no. Tragué saliva, fruncí el ceño en un gesto de valentía autocompasiva y llamé al timbre. Oí los pasos hasta la puerta. Oí cómo se movía la manivela. Volví a tragar saliva, la poca que me quedaba.
Y tú estabas ahí.

— Te quiero — te grité. Mejor dicho, creí que te gritaba.
—¿Qué?
— Te quiero — repetí más fuerte.
— ¡Habla más alto! — me dijo algo impaciente.
Levanté las pupilas. No parecía muy… enamorada.

— Sólo quería… — empezaste a mover el pie, nerviosa— sólo quería recordarte que mañana es el examen de matemáticas.

Oí una voz masculina.

— ¡Ya voy, amor! — dijiste mirando atrás. Cómo me dolió.— Gracias, pero ya me acordaba… De todas formas, gracias -me cerró la puerta en las narices.

Respiré por primera vez desde que llamé a tu puerta.

Bueno, ya no me importa tanto. Ya no te quiero :)



-----------
Perdona(dme) por este intento de desvarío.

2 comentarios:

  1. Un desvarío muy bonito. Odio que escribas tan bien y que lo hagas todo tan bien, aghhh. (Es odio amoroso, ya lo sabes)

    ResponderEliminar
  2. Y gracias infinitas por la plantilla. Jo, es tal y como lo quería, ¿ahora entiendes mi comentario anterior?
    Estaba esperando a que te conectases pero estás en ese sitio raro...

    ResponderEliminar